JUGLAR
JUAN MARTÍN SOLARI
junio 2023
Uno más uno es igual a tres
Sobre JUGLAR, de Juan Martín Solari
✤
Los habitantes
Señor de las tres piernas
Carita amarilla
Vecino del sombrero
Carita violeta con mejillas
Antena
Ánfora
Emoticón
Cara bicolor con tres ojos
Rostro coronado
Difunto
Diablo
León sol
Tres perros
Un sol
Sashimi triste
Brujo o personaje con sombrero verde
✤✤
Abracadabra
1
Los Blemios o Blemmyae, esos seres sin cabeza, cuyo rostro se encontraba ubicado a la altura del
tronco, simbolizaban lo monstruoso, lo otro. Eran -en la mitología medieval- aquello que se
encontraba más allá de las fronteras del mundo conocido por una persona del siglo XIII, del otro lado
del mar, en otras tierras. Los Blemios no existían realmente pero la posibilidad de encontrarlos si se
cruzaba esa frontera entre lo conocido y lo desconocido era tan vívida, que el temor a esos seres se
transformaba en algo totalmente real.
Lo que no existe pero es imaginado y, aún más, lo que es representado (en un papel, en un lienzo o en
un tapiz), posee una fuerza que impacta en lo real. Lo que se ha hecho imagen es, existe. Es lo más
parecido a un pase de magia: ahora no está / ahora está. Ahora no lo ves / ahora lo ves. Juan es
consciente de este pase de magia y por eso sus obras empiezan a formar un imaginario y a parecerse al
desarrollo de un mito fundacional.
2
Hay un acertijo que va resolviéndose a medida que avanzamos por esta autopista de seres que parecen
estar cada unx en su burbuja, en su espacio acotado. Empieza a aparecer una pregunta sobre su origen
y sobre su destino. Daría la impresión de que habitan en un mismo lugar, que son vecinxs o
conocidxs, que incluso creen en un mismo dios bufonesco, en un dios burlón. Imaginemos al propio
Momo en persona, dios de los poetas, hijo del sueño y de la noche, que viene a decirles entre risas: no
me teman a mí, que vengo de la noche, teman la luz del sol y sus poderosos rayos! Es ese sol que todo
lo ilumina y todo lo ve de quien deben huir!
✤✤✤
A diestra y siniestra
En El primer familiar, aparece este personaje central, cuyos brazos dividen y señalan a derecha e
izquierda. Este Blemio rosa, que además de tener el rostro en el pecho lleva una máscara más arriba,
es quien señala a un lado y a otro, es quien divide el cuadro en dos. El cuadro es el cuadro, pero
además es el mundo. El mundo es el mundo pero a su vez es una cosmovisión. Una cosmovisión que
se presenta coronada por un demonio en la parte superior y que es sostenida abajo por dos emociones
opuestas: una sonrisa y una mueca de tristeza.
El mito fundacional se pone en marcha. Un clan avanza y comienza a darle forma a una narración
donde hay demonios, animales y seres de tres piernas. El mito que fundan no parece trágico, no parece
estar manchado de sangre como tantos otros mitos fundantes. Esta fantasía medieval contemporánea
empieza a resonar como una canción con pequeñas historias, como una melodía que pretende quedar
girando en la cabeza de quienes la observan.
La obra Constelación oficia de figura totémica. Tres puntos conforman un triángulo alrededor de una
figura antropomórfica que parece tener los brazos en jarra, aunque también podría estar sosteniendo
un gran sombrero. Esta imagen ambigua busca abrir y cerrar a la vez. Cumple el rol de recordarnos
que nada es unívoco. Como el tejido, que tiene esas dos caras, cada una con su propia historia. No hay
un derecho y no hay un revés en la trama, porque ambas caras forman y conforman una sola cosa, que
a su vez es una tercera cosa.
Uno más uno es igual a tres.
1. La palabra Abracadabra es de origen desconocido, y su primera aparición se encuentra en las obras del
siglo II del médico romano Serenus Sammonicus. Varias etimologías populares están asociadas con la
palabra: en hebreo significa «iré creando conforme hable», y en arameo «yo creo como hablo»
2. Mito fundacional o mito fundador es el mito etiológico que explica el origen de un rito o una polis;
aunque también se aplica al de cualquier grupo, costumbre, creencia, filosofía, disciplina, idea o nación.
MALENA PIZANI